jueves, 4 de octubre de 2007

Paradigma existencial de la identidad paralela

Entendida la identidad como característica individual sujeta a los movimientos propios, y siempre cambiantes por otro lado, del ser humano como unidad simple, puede ser establecida la teoría de la existencialidad de forma paralela. Tomemos como ejemplo un sujeto simple que reuna todas las características sociales propias del ambiente actual. Sencillez, dedicación, abstracción, frustración, ilusión, arrepentimiento, y todas aquellas sensaciones, por denominarlas de alguna manera, que convierten a este sujeto simple en único. Debemos aclarar que la palabra único, dentro del este contexto, no determina una exclusividad de las llamadas propiedades elementales, sino una amalgama aleatoria que lo diferencia del resto, y que, en base a dicha combinación, separa a los individuos en cápsulas elementales.

Tomado este sujeto simple y apartándolo de todo contacto social, véase como el tópico de la isla desierta, nos daremos cuenta de que poco a poco el sujeto irá desarrollando una habilidad para consigo mismo que le permitirá emular, o más bien anestesiar, de alguna manera la pérdida de ese contacto social. Este fenómeno se conoce como Paradigma existencial de la identidad paralela.

Extraído del Libro del Buen Bastardo

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